El nuevo acuerdo de May podría someterse a referéndum

Theresa May continúa tratando de conciliar una situación que está desbordando Reino Unido. En plena prórroga del Brexit y con el viento del Parlamento en contra, la primera ministra británica ha lanzado un nuevo intento para atajar la salida del país de la Unión Europea que parece interminable. May se ha comprometido a proponer en el trámite de enmiendas convocar un referéndum confirmatorio para ratificar la aprobación de su propuesta renovada para salir de la Unión. Ello ocurriría una vez se apruebe en primera lectura en el Parlamento el texto actualizado con guiños a laboristas y euroescépticos conservadores. Esta votación, la cuarta, tendría lugar a principios de junio.

A pesar de ello, Theresa May continúa escasa de apoyos. Para llevar a cabo su nueva estrategia requiere que varios laboristas cubran con sus votos los de los euroescépticos de su partido, con los que en principio no cuenta. Sin embargo, la oposición al Gobierno parece poco convencida del plan de la primera ministra. Las dudas de su capacidad de cumplir promesas y las sospechas de su salida del cargo llevan a los laboristas a seguir tendiendo a la oposición. “Estudiaremos seriamente los detalles de la nueva oferta cuando sean publicados, pero no vamos a dar nuestro apoyo a lo que no es más que el viejo plan con un nuevo envoltorio. Está claro que este Gobierno débil y en fase de desintegración no puede cumplir con sus compromisos”, fue la respuesta de Jeremy Corbyn.

La propuesta de May, vendida como novedosa pero caracterizada por prácticamente los mismos puntos del primer acuerdo, no parece haberle hecho un favor a la primera ministra. Este nuevo texto incluye una unión aduanera con la UE hasta las elecciones británicas (2022), además de garantías para mantener los derechos laborales y criterios medioambientales.

Pero la impresión general del Parlamento británico es que su novedad es mínima y, por tanto, deja a May más cerca de la invitación a marcharse por parte de los propios conservadores. Su salida también llegaría con la aprobación del texto, a lo cual se comprometió ella misma. Sin embargo, a pesar de que su marcha del cargo sea lo más probable, su partido debe pararse a elegir a un nuevo líder que pueda sacar a Reino Unido de este bloqueo. Pero la falta de opciones moderadas y realistas complican la situación, llevando a considerar que May no es la peor posibilidad.